NOS VEMOS VIEJO FAJI...

Fajit Lewis era medularmente agropecuario. Su universo estaba basicamente compuesto de campo. El campo fue su vida y su despedida de esta vida. Al campo le entregó todas sus energías. En el campo encontró el refugio complejo a sus encrucijadas. Al campó le planteó muchas inquietudes. Sus desdichas fueron ampliamente asimilidas en el campo. Sus mayores alegrías estaban en el campo. También sus proṕias filosofías se desprendieron de esa ruda pero apasionada vida en el campo.

El campo tiene un ritmo que pareciera que Fajit se lo copió. “Todo tiene su momento”.”No hay nada que no pueda esperar”. De acuerdo con esto lo vimos trasegar a un ritmo que no parecía concebir el desasosiego ni la preocupación. Un montón de madera convertida en leña para ser consumida por el fuego de la vida y una montura colgada esperando a ser usada por un trasero inconmovible serían factores muy comunes en este universo atemporal, que no tiene prisa, ni respeta acuerdos.

La comodidad de un campero quedaba desdibujada ante la operación del tractor para preparar la tierra. La tecnificación no fue un problema. La sencillez de la manualidad era empleada en El Rejo, su finca, con la mayor descomplicación, como deben ser las cosas “naturales”. Y en la lucha se descubrió como mecanico diesel, como tractorista, como tumbamonte, como ganadero, como vacunador, como cosechero de maíz, como campesino raso que vive el dia a dia sin mas preocupaciones que hacer las labores temprano. Pero una cosa me ha inquietado mucho. ¿En que momento se descubrió como poeta y vió que lo podía hacer sin envidiarle a ninguno? Tal vez el campo le enseño la sutileza del pensamiento, ese que convierte una idea en un futuro o en una alabanza sincera, sin esperar retribución. Tal vez su hermano espiritual de toda la vida, Eduardo Reys, pueda saber un poco mas de este proceso, que fue bastante asombroso. Es posible que en un futuro les dediquemos páginas a esta producción literaria que fue bastante apreciable en cantidad y contenido poético. Ya aprenderemos un poco en ese momento.

No son pocas las anécdotas de las visitas que en familia hicimos al Rejo. La mas vívida para mi fue cuando Isa se dió a conocer como la comedora de mazorcas mas rápida de la comarca. En un santiamén se despachó un olla llena de esta delicia natural que en la forma mas sutil desaparecían en los dientes también naturales de Isa en algo parecido a la ejecución a violín de un pasaje de Paganini. !Mas rápido... nadie¡. Ustedes recordarán algunas mas... pues yo sólo fui una vez.

En al plano reminiscente quiero recordar esa época de los 60's cuando unos estudiantes barranquilleros se fueron a estudiar a Santa Marta, cuando la Universidad Tecnológica del Magdalena abrió sus puertas. A nuestra casa llegaron primero Chicho Angulo y Raúl Tarud. Allí comenzó una nueva etapa en nuestras vidas. Ya era la época unniversitaria. Posteriormente apareció Fajit, quien se dió a conocer por su intensidad cuando un tema le interesaba. Sobre la universidad solo sé que era bastante despreocupado, ya que su inteligencia y perspicacia le permitía ser ausentista en clases. Sin embargo, sacaba buenas notas. Esto causaba mucha ruptura a Chicho Angulo, quien era un magnifico estudiante. Pero era un tragalibros. En cambio a Fajit le bastaba con una lectura rápida al material antes del exámen y sacar notas destacadas por encima del promedio. Era asombroso.

En lo de la intensidad, quiero referirme a todo lo intenso que pueda ser una persona cuando le interesa algo. Recientemente Elvia habló con un amigo y admirador de Fajit, de la época de basquetbolista. Esta persona se refería a Fajit como el mejor jugador que él habia visto en su vida. Que no tenía que envidiarle nada a Jordan o similares de las grandes ligas americanas. Esta persona era muy entendida en la materia.

En Santa Marta le conocí su afición por la dulzaína. !Dios mío¡¡¡ era algo increíble. El departía con los demás... pero esto lo hacia tocando dulzaína. Participaba, conversaba, pero en medio de un toque personal con su dulzaína. Y la verdad fue que en poco tiempo pasó de no saber nada a tener un dominio bastante bueno de ese simpático instrumento.

Y no hablemos de su afición por el buceo en “apnea”, es decir, “a pulmón limpio” como podríamos decir en nuestra jerga costeña. Fue el mejor en el área de Santa Marta, en corto tiempo. Muchos de los veteranos lo buscaban para salir a bucear, ya que era el mejor compañero para esto. El mas resistente, el mas fuerte y el que mas pescaba con el arpón.

Sobre este tema del buceo, en este blog ya fue registrada una anécdota relacionada con una salida familliar a Bahía Concha en un Domingo. Ya estaban Emma y nuestras hijas Tania y Orieta. El compromiso fue: “bueno Fales, el almuerzo es lo que tu traigas... la respuesta fue una sonrisa y “ fresco viejo Enrique” y lo vimos desaparecer con su arpón, impulsado por la poderosa patada con sus grandes aletas. Lo perdimos de vista. Como a las tres de la tarde ya habíamos perdido la esperanza y nuestro ánimo había decaído ante el fracaso y nuestros estómagos rugían con fuerza. Y cuando ya estabamos recogiendo para regresar a la ciudad a buscar alimento para los niños... Vimos a Fajit que venía con un tremendo pescado que dió para repetir a todos. Bastante grande. Y nos contó que fue lo único que vió. Que la pesca estaba mala. No habían peces en ese momento. Y que cuando estaba para regresar con el fracaso encima, se le apareció el pez ante su alcance... y allí se convirtió en nuestra supervivencia. Eso era lo admirable. En lo que él entendía era supremanmente intenso. Decidido. Persistente. Inteligente. En ese plano era indiscutiblemmente admirable. Personalmente esa admiración siempre se mantuvo y desaparecerá conmigo.

Sólo quiero decirles a sus descendientes, que Fajit sigue siendo mi familia. Y que debemos honrarle con una consistente unión familiar.

SIGUE TRANQUILO TU CAMINO, QUERIDO AMIGO... ALGÚN DIA TE ALCANZAREMOS Y NOS PONDREMOS AL DÍA..